Como seres humanos, aspiramos a mejorar nuestras condiciones de vida; es decir, nuestro bienestar (Maslow, 1987). Lograr dicha meta implica trabajar en la mejora personal. No obstante, para filósofos como Aristóteles, Agustín, y Tomás de Aquino, lograr el bien mayor requiere, además de esto anterior, de nuestra participación en la mejora del entorno/contexto (es decir, el bien común) (Etzioni, 2015).
El bien común puede definirse como las condiciones generales de vida que permiten a las personas y grupos alcanzar más fácilmente su máximo potencial (Argandoña, 1998; Stickel et al. 2017). Este beneficia tanto a la sociedad como a sus miembros, ya que sus objetivos están interconectados (Alam, 2020; Argandoña, 1998). Es decir, el bien común proporciona los medios y ayudas para contribuir a que las personas alcancen sus objetivos a través de la unidad, la coordinación, el intercambio, y la mutualización (es decir, un escenario ganar-ganar) (Hollenbach, 1989).
¿Qué rol juega la tecnología en todo esto? Esta puede utilizarse como medio para promover un cambio social positivo, toda vez que permite la creación de soluciones centradas en las personas y sensibles al contexto (Ferrario et al. 2014; Urman and Blumenthal, 2018; Van Zyl, Winschiers, y De la Harpe, 2017).
Ejemplo de ello es lo que busca el movimiento "AI for Good". Alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, este propone utilizar las IA para promover la sostenibilidad, la salud, la ayuda humanitaria, y la justicia social (Kshirsagar et al., 2021).
Acercamientos como los hackatones, la participación electrónica, la democracia electrónica, el crowdfunding, y el crowdsourcing también tienen el potencial de mejorar la sociedad (Ferrario et al., 2014; Schuler, De Cindio, y De Liddo, 2015). Los hackathons, por ejemplo, pueden servir como espacios para proponer y generar soluciones inventivas. La participación electrónica y las herramientas de democracia electrónica pueden ser usadas para involucrar a la población en la toma de decisiones relacionadas a la pertinencia de dichas soluciones. De manera complementaria, el crowdfunding puede facilitar la financiación del desarrollo de dichas soluciones, mientras que el crowdsourcing puede servir como un medio para propagar su adopción.
Otro ejemplo son las iniciativas de datos abiertos, las cuales proporcionan recursos valiosos para la investigación y la toma de decisiones (Schuler, De Cindio, y De Liddo, 2015). Por último, las aplicaciones móviles pueden ofrecer acceso a atención médica en áreas remotas o facilitar la notificación de desastres (Pauca y Guy, 2012).
Referencias
Edward J. Alam. 2020. KAIROS OF THE CORONA PANDEMIC: Time for a True World Political Authority with Moral Credibility?. Journal of Dharma 45, 2 (April-June 2020), pp. 167-184.
Antonio Argandoña. 1998. The Stakeholder Theory and the Common Good. Journal of Business Ethics 17, pp. 1093–1102. DOI: https://doi.org/10.1023/a:1006075517423
Amitai Etzioni. 2015. Common Good. Michael T. Gibbons (ed.), The Encyclopedia of Political Thought, First Edition. New York, USA: John Wiley & Sons, Ltd. DOI: https://doi.org/10.1002/9781118474396.wbept0178
Maria A. Ferrario, Will Simm, Peter Newman, Stephen Forshaw, and Jon Whittle. 2014. Software engineering for 'social good': integrating action research, participatory design, and agile development. In Companion Proceedings of the 36th International Conference on Software Engineering (ICSE Companion 2014), pp. 520–523. DOI: https://doi.org/10.1145/2591062.2591121
David Hollenbach. 1989. The Common Good Revisited. Theological Studies 50, 1, pp. 70-94. DOI: https://doi.org/10.1177/0040563989050001
Meghana Kshirsagar, Caleb Robinson, Siyu Yang, Shahrzad Gholami, Ivan Klyuzhin, Sumit Mukherjee, Md Nasir, Anthony Ortiz, Felipe Oviedo, Darren Tanner, Anusua Trivedi, Yixi Xu, Ming Zhong, Bistra Dilkina, Rahul Dodhia, and Juan M. Lavista Ferres. 2021. Becoming Good at AI for Good. In Proceedings of the 2021 AAAI/ACM Conference on AI, Ethics, and Society (AIES '21), pp. 664–673. DOI: https://doi.org/10.1145/3461702.3462599
Abraham H. Maslow. 1987. Motivation and personality - 3rd edition. London, England: Longman. ISBN: 978-0060419875
Victor P. Pauca and Richard T. Guy. 2012. Mobile apps for the greater good: a socially relevant approach to software engineering. In Proceedings of the 43rd ACM technical symposium on Computer Science Education (SIGCSE '12), pp. 535–540. DOI: https://doi.org/10.1145/2157136.2157291
Douglas Schuler, Fiorella De Cindio, and Anna De Liddo. 2015. Encouraging collective intelligence for the common good: how do we integrate the disparate pieces? In Proceedings of the 7th International Conference on Communities and Technologies (C&T '15), pp. 157–159. DOI: https://doi.org/10.1145/2768545.2768562
O. Stickel, K. Aal, V. Fuchsberger, S. Rüller, V. Wenzelmann, V. Pipek, V. Wulf, and M. Tscheligi. 2017. 3D printing/digital fabrication for education and the common good. In Proceedings of the 8th International Conference on Communities and Technologies (C&T '17), pp. 315–318. DOI: https://doi.org/10.1145/3083671.3083708
Johanna E. Urman and Richard Blumenthal. 2018. An undergraduate ethics course for promoting common good computing: a progress report. Journal of Computing Sciences in Colleges 34, 2 (December 2018), pp. 39–45. DOI: https://doi.org/10.5555/3282588.3282594
I. Van Zyl, H. Winschiers, and R. De la Harpe. 2017. Ethics for the 'Common Good': Actionable Guidelines for Community-based Design Research. In Proceedings of the 8th International Conference on Communities and Technologies (C&T '17), pp. 298–300. DOI: https://doi.org/10.1145/3083671.3083709